la Madrid y la estupefacción digital

El sábado se construyó un malentendido en la red social de twitter: Se difundió la supuesta muerte del ex presidente de México Miguel de la Madrid Hurtado. Así, el gobernador de Veracruz @Javier_Duarte, el @PRI_Nacional, @EPN (Enrique Peña Nieto) y hasta el Presidente @FelipeCalderon, dieron su pésame en menos de 140 caracteres.

Lo mismo informaron varias agencias noticiosas y periodistas, y muchos reenviamos esos tweets asumiendo su veracidad. Pocos minutos después, fue Felipe Calderón el que desmintió la noticia y agregó que estaba grave pero que aún no había muerto. Casi de inmediato, el propio Presidente borró el tweet en el que había anunciado y lamentado el fallecimiento de Miguel de la Madrid, y lo mismo hicieron después los políticos que habían señalado el hecho que resultó falso.

¿Se deben borrar este tipo de tweets o basta con la aclaración? ¿Debe corregirse el error de manera expresa o es suficiente un tweet que sustituya la información sin aclaración? ¿Qué tanto y quiénes deben confiar o confirmar la información que circula en las redes sociales? Con todo esto, empecé a cuestionarme ¿cuáles son las reglas, qué es lo que está bien o mal hecho, qué límites hay en estas redes? Algunos dirán que de eso se trata precisamente, de la ausencia de normas y de la libertad total; otros pugnarán por ordenar los espacios. Y yo creo que en realidad no tenemos mucha idea, somos un grupo de neófitos descubriendo e improvisando en el nuevo mundo digital.

Pienso que la falta de “límites” y regulación de las redes sociales y de lo que sucede en internet, es más un producto de la estupefacción que la consecuencia de una ideología preestablecida y razonada basada en la libertad.

No sabemos qué hacer con esto y eso nos gusta; lo más impopular sería tratar de meter mano en un tema que simboliza un espacio público, horizontal, democrático y sin propietarios, así que la más mínima intención de intervención y modificación del statu quo será, y ha sido, señalada como un intento fascista de control.

Con esto no digo que el internet o las redes sociales debieran tener límites —positivos o negativos—, simplemente expongo la razón por la que creo que no los tiene: porque la comprensión cabal de sus causas y efectos aún no llega al círculo institucional de poder.

Por ejemplo, ahí tiene usted el tema de Telmex y la transmisión de los Juegos Panamericanos en su sitio web unotv; no está regulado porque las definiciones vigentes del marco jurídico de televisión abierta y restringida no incorporan internet. Lo mismo pasa con Netflix, skype, youtube, y otras plataformas: tierra de todos, tierra de nadie.

Algo similar sucede, desde mi punto de vista, con los intentos de crear una agenda digital para México. La semana pasada, la Coordinación de la Sociedad de la Información y el Conocimiento de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), a cargo de Mónica Aspe, organizó un interesante evento denominado “Diálogos para la consolidación de la Agenda Digital.mx”, en el que participamos representantes de la sociedad civil, legisladores, industria, la propia SCT y la Comisión Federal de Telecomunicaciones.

Me gustó el formato pues se trató de exponer en pocos minutos (no más de 7 cada participante), las ideas centrales sobre las diferentes perspectivas de la construcción digital en México.

La verdad es que ya se han realizado muchos foros sobre el tema, pero aún no se ha iniciado ningún proceso serio para concretar un documento que incorpore la participación y los intereses de todos los actores. En tal sentido, considero indispensable que los esfuerzos en la elaboración del documento, incorporen lo siguiente:

1. Evaluar la eficiencia de los programas gubernamentales vinculados con la agenda digital: enciclomedia, e-mexico, habilidades digitales para todos. Deben transparentarse los recursos gastados y los resultados obtenidos, así como los documentos relacionados con dichos programas, tales como los contratos firmados con la Comisión Federal de Electricidad a la que le hemos estado pagando una fortuna sin que, en algunos casos, haya iniciado la prestación del servicio, y con tarifas altísimas, incluso más caras que las que cobrarían operadores privados. Ya le informaré sobre el tema en cuanto Observatel –espero- gane el recurso de revisión que interpuso en el IFAI contra la SCT por negar la documentación al respecto.

2. Echar a andar dos estrategias en paralelo: la ideal y la posible. De cara a la coyuntura electoral, pensar que los legisladores reformarán las leyes que no tocaron durante todo el sexenio, es una apuesta a perder. Pero tampoco debemos claudicar, por eso sería conveniente elaborar un Plan Rector de Banda Ancha puntual, sencillo y concreto, que no dependa de grandes acciones de gobierno y pueda echarse a andar de inmediato, y al mismo tiempo trabajar en el escenario ideal. Este plan que propongo, debe presentarse a todos los candidatos a la presidencia de México para asegurar su continuidad.

3. El proyecto de Plan Rector debe ser elaborado por un grupo de interdisciplinario de asesores que no tengan filiación partidista ni empresarial, utilizando los insumos que ya existen, como el proyecto de agenda digital que elaboró la Canieti con otras asociaciones y empresas.

4. A fin de que el Plan sea incluyente, debe iniciarse una verdadera consulta pública nacional, ordenada y puntual sobre el proyecto, para que todos los actores puedan participar en su construcción final.

Pero no me tache usted de ingenua, sé que hay muchísimos intereses en torno a la agenda digital y su control, basta ver, por ejemplo, la rebatinga entre la SCT y la SEP en algunos temas. He platicado con el secretario Pérez-Jácome y estoy convencida de que tiene la voluntad para hacerlo y que debe ser la Secretaría a su cargo el brazo articulador, pero también estoy cierta de que existe un ingrediente de estupefacción en todo esto. Todos somos novatos en este nuevo mundo y la mejor manera de empezar a crear una identidad digital es reconocerlo y declararnos humildemente en permanente estado de reflexión y aprendizaje. Nada está dicho, esto es un sitio en construcción y hay que poner manos a la obra.

En la sobremesa

Querido lector, esta es la última entrega del año de Telecomunicando, la próxima publicación será el lunes 2 de enero. Le envío mis mejores deseos para que tenga usted mucha salud en el 2012 y le agradezco su complicidad conmigo y con este espacio.

*Presidenta de Observatel y profesora de la Universidad Iberoamericana. Esta columna refleja la posición personal de la autora

http://www.eluniversalmas.com.mx/columnas/2011/12/93310.php